La natación es un arte. La forma de aprenderlo correctamente, en mi opinión, es primero entendiendo su funcionamiento, para luego hacer lo necesario para tener el control y dominio absoluto. Como aprendes un nuevo idioma, aprendes a dominar la natación. Es un proceso largo y de constante progreso. Por ese motivo elegí la natación para mi vida por qué me obligó a ser mejor cada vez qué sumergi en el agua. 

   La natación es un arte corporal, en donde quien logra dominar su propio cuerpo dentro del medio acuático comienza a disfrutar al igual qué un pintor desliza su pincel sobre un lienzo. El punto de inflexión lo encuentras cuando pasas de ser observador a protagonista. Cuando autónomamente eres capaz de sentir que estás haciendo en todos y cada uno de los momentos que nadas. 

Pensar y sentir, sentir y pensar. 

Es difícil saber cuál de las dos acciones realizo primero. ¿Que fue primero? ¿ El huevo o la gallina?  Por momentos debo pensar que acción, que músculos, que coordinación quiero realizar, pero luego debo utilizar todos mis sentidos para terminar de fluir con el agua y demostrarle al agua que entiendo el arte que nos domina, la natación. 

  El agua dejará manipularla a aquel que sepa como tratarla. Debes tratarla bien, sino de seguro que te hara sufrir. Comienza por entender que debes hacer para que el elemento que más presencia tiene en el planeta y el que nos da la vida nos permita navegar sobre ella con el lujo del placer.

Gabriel Diaz Fabiero, Alboraya,España. 21 de mayo de 2022.